Actuación ante las alteraciones. Pacientes suicidas y depresivos / José Samuel Veiga


Pacientes suicidas
En 1986, la Organización Mundial de la Salud (OMS) definió el suicidio como “un acto con resultado letal, deliberadamente iniciado y realizado por el sujeto, sabiendo o esperando su resultado letal y a través del cual pretende obtener los cambios deseados”. El comportamiento suicida es cualquier acción que pudiera llevar a una persona a morir.

Tipos
- Según la etiología:
• Suicidio psicótico: es aquel que se produce en el curso de una psicosis, como en una esquizofrenia o en el curso de un trastorno bipolar. La persona sufre una desconexión con la realidad y con su entorno.
• Suicidio depresivo: aquel que se produce en el curso de una depresión mayor.
• Suicidio psicodisplásico: corresponde al suicidio o al intento de suicidio que sucede en el marco de una personalidad psicopática, que se caracteriza porque la persona ejerce una gran agresividad hacia sí misma.
• Suicidio neurótico: en esta categoría se enmarca la mayoría de los parasuicidios, con marcada teatralidad pero con escasa intencionalidad suicida (chantajes suicidas). Tiene sin embargo, una patología rica y espectacular.
• Suicidio social: en su psicodinámica los factores sociales cobran capital importancia (estado civil, soledad, rupturas sentimentales, pérdidas, desempleo, problemáticas familiares, pertenencia a grupos radicales, etc.). Recordar a este respecto la clasificación de Durkheim.
• Suicidio filosófico: aparentemente la persona no sufre ninguna enfermedad psíquica. Es su personalidad extraña o extravagante la que le lleva a un proceso de reflexión en el que descubre la falta de sentido de su existencia o de la existencia humana en general. Es el vacío existencial muchas veces asociado a la pérdida de valores.
- Según la forma:
• Suicidio impulsivo: es aquel que se lleva a cabo de forma súbita, sin que la persona haya dado avisos explícitos o implícitos de su deseo de morir o de sus intenciones suicidas.
• Suicidio obsesivo: la idea de suicidio está implantada, estancada en la mente del sujeto con tal fuerza que éste se ve incapaz de rechazarla. La persona sí que ha dado avisos de sus intenciones suicidas.
• Suicidio reflexivo: es el opuesto al suicidio impulsivo. La idea de quitarse la vida se instala en la mente de la persona con tal detenimiento reflexivo, que esta pormenoriza el valor de su propia muerte.
• Suicidio histriónico: es aquel que se lleva a cabo con cierto aire teatral, en el que la persona se entrega a una representación aparentemente suicida con la pretensión de llamar la atención para conseguir determinados propósitos. Está relacionado con una etiología neurótica.

Actuación según el riesgo de suicidio
Riesgo
Acciones
Bajo (presencia de ideación suicida, sin planificación)
– Ofrecer apoyo
– Trabajar la comunicación de sentimientos e ideación suicida
– Centrarse en los aspectos positivos de la persona y hablar sobre las habilidades de resolución de problemas llevados a cabo en el pasado
– Derivación a salud mental
– Seguimiento regular
Medio (ideación y planificación suicida, pero no inmediata)
– Ofrecer apoyo, trabajar la comunicación de ideación y planificación suicida y centrarse en los aspectos positivos de las habilidades de solución de problemas de la persona
– Explorar alternativas al suicidio
– Pactar un contrato “no suicidio” (conseguir que la persona prometa no llevar a cabo el suicidio):
     • Sin contactar previamente con personal sanitario
     • Por un periodo específico de tiempo
– Derivación a salud mental
– Contactar con la familia y allegados
Alto (plan definido e inmediato
y medios para llevarlo
a cabo)
– Acompañamiento
– Hable tranquilamente con la persona y aleje los medios de suicidio
– Haga un contrato de “no suicidio”
– Derivación inmediata del paciente a un centro sanitario

Tratamiento medicamentoso
Los antidepresivos, los antipsicóticos, los medicamentos contra la ansiedad y otros medicamentos para tratar las enfermedades mentales pueden ayudar a reducir los síntomas.



Pacientes depresivos
Según la OMS, la depresión “es un trastorno mental frecuente, que se caracteriza por la presencia de tristeza, pérdida de interés o placer, sentimientos de culpa o falta de autoestima, trastornos del sueño o del apetito, sensación de cansancio y falta de concentración”.

Tipos
 Trastorno Depresivo Mayor. Es el más característico y el que concentra la mayoría de síntomas. Cuando el paciente se muestra extremadamente apático y con inhibición psicomotriz, se habla también de melancolía; en los casos más graves conduce al estupor depresivo. En el que el paciente se encuentra inmóvil e incluso puede rechazar comer o beber.
Existe un subtipo en el que aparecen trastornos delirantes, es decir creencias firmemente sostenidas pero sin fundamentos adecuados. Los delirios suelen ser de culpa o ruina.
 Distimia. Se distingue por su cronicidad, la inestabilidad del humor, la fuerte ansiedad y la fluctuación del estado de ánimo. La baja autoestima y la desesperanza son también características de la distimia.
 Trastorno ansioso-depresivo. Es una mezcla de ansiedad y depresión, en general moderada.
 Depresión Atípica. Se caracteriza por gran reactividad del estado de ánimo a situación diversas, con marcada ansiedad y síntomas depresivos” invertidos”: empeoramiento por las tardes, aumento de apetito e hipersomnia
 Trastorno afectivo estacional. Aparece de forma regular y repetida, coincidiendo con cambios estacionales, en general, en otoño e invierno, y asociado a los cambios lumínicos. Somnolencia excesiva, apetencia por los hidratos de carbono junto con los síntomas típicos de la depresión, destacando la fatiga.
 Trastorno Bipolar. Implica la existencia d episodios depresivos graves alternados por otros de exaltación de las funciones mentales (“manía”), consistente en aceleración del pensamiento, hiperactividad, gastos descontrolados, insomnio e irritabilidad.
 Ciclotimia. Manifestaciones leves e imprevisibles con cambios frecuentes de estado de ánimo (de la euforia a la tristeza) en varios días, sin motivo aparente; son sujetos muy inestables. Es difícil diferenciarla de los cambios normales.

Técnicas conductuales
Este tipo de técnicas pretenden paliar la falta de motivación y eliminar la pasividad propia de los pacientes deprimidos.
- Asignación de tareas graduadas
Se basa en que se negocia la realización de diversas tareas, graduadas en función de su dificultad, con el fin de que el paciente pueda poner a prueba sus creencias y aumentar su autoconcepto. Las tareas han de ser sencillas y divisibles, con una elevada probabilidad de éxito.
- Programación de actividades
Se programan las actividades que hará el paciente, incluyendo horario. Se pretende forzar la eliminación de la pasividad y la apatía.
- Uso de actividades placenteras
Se trata de hacer realizar actividades que resulten o resultaran gratificantes, para considerarse éxito basta con que haya una disminución del nivel de tristeza.
- Ensayo cognitivo
Se pide al paciente que imagine una acción y todos los pasos que se precisan para culminarla, se busca generar y anticipar soluciones a dichas posibles dificultades.

Tratamiento medicamentoso
Antidepresivos heterocíclicos, inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, inhibidores de la monoamino-oxidasa, inhibidores reversibles de la monoamino-oxidasa, antidepresivos noradrenérgicos y específicos serotoninérgicos, son algunos de los fármacos más utilizados para tratar a un paciente depresivo.

Fuentes consultadas:



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